¿POR
QUÉ ESCRIBIR CUENTOS CORTOS CONTRA LA PROPIEDAD?
Desde
nuestra perspectiva existen dos formas en que la propiedad privada se
convierte en una forma de dominación y explotación que nos impide
tener vidas dignas, libres, solidarias, antiautoritarias y autónomas.
Una es la institución “legal” de la propiedad privada como
fundamento de la sociedad capitalista. La otra es el consumismo y la
mercantilización de la vida.
La
sociedad capitalista se estructura en torno a que unos pocos son
propietarios del mundo y unos muchos somos desposeídos del mismo.
La propiedad privada es el fundamento de las sociedades liberales,
sobre el que se estructura su sistema de derechos y deberes y el
reconocimiento de la ciudadanía. La apropiación privada de ríos,
montañas, tierras, fabricas, en fin los medios de producción de la
vida, que se fundamentan en la herencia, en la ocupación o en el
trabajo es un proceso histórico que genera la desigualdad social y
la dominación de unos pocos propietarios sobre una multitud de
colectivos, grupos, pueblos o personas desposeídas por la sed de
lucro y acumulación de poder de estos. De ahí, que la propiedad
privada de los productos que de manera colectiva generamos a partir
del trabajo y nuestra relación con la naturaleza es un robo que
fundamenta las sociedades contemporáneas.
La
apropiación del usufructo de este “robo-propiedad” es lo que nos
mantiene subyugados al capital. La propiedad del estado y de los
capitalistas de nuestros territorios de vida es una violencia
estructural sobre la cual se fundamenta el despojo contemporáneo.
Esta “ficción” moral de la propiedad privada (léase arreglo
tramposo) se mantiene a partir de la violencia simbólica y material
que intenta impedirnos que recuperemos lo que es necesario para la
alegre rebeldía en que debemos producir nuestras realidades
cotidianas.
- El consumismo y la mercantilización de la vida
Las
conversaciones cotidianas en la sociedad actual se refieren
generalmente al deseo de poseer o adquirir alguna mercancía en el
mercado, principalmente la que mejor marketing y mayor repetición en
los medios masivos de comunicación pueda incentivar en las personas
dicho deseo de posesión.
Todos
los días hay un mensaje claro: compra, paga, vende, adquiere, posee,
presta, fía, cuenta; la cultura del consumo es explicita con su
mensaje: aprópiate, entre mayor cantidad de bienes poseas mayor es
la comodidad, el bienestar y la felicidad. ¿Ya viste el nuevo
I-Phone?, ¿Cómo sería tener esa moto BMW?, ¿Ya cómprate los
nuevos Adidas?, ¿Me encanta esa fragancia de Calvin Klein?, ¿Ya
viste ese edificio, tiene piscina y jacuzzi? son expresiones y
anhelos que se intercambian en la mayoría de los diálogos cuando
conversamos con nuestros cercanos.
Restringidos
o sometidos a deudas, los trabajadores que venden su trabajo en el
mercado laboral, los que no poseen medios de producción ni Capital
acumulado para invertir, anhelan fervientemente acumular dichos
bienes. Es ese deseo y esa restricción lo que alimenta el engranaje,
es decir, si trabajo más duro puedo ir aumentando mi nivel de
ingresos y como el empleo es limitado, debo de asegurarme de no salir
del mercado laboral ¡Debo competir y desear estar siempre trabajando
para poder comprar lo que necesito!
Ahora
bien, cabe preguntarse si dichos anhelos convertidos en necesidades
provienen de una elaboración concienzuda de aquellos objetos
necesarios para un buen vivir o si por el contrario las necesidades
al igual que las mercancías también se producen en el mercado.
Nuestro tedio por la sociedad actual se hace razonable y se nota a
simple vista, pero la seducción y sensación que deja el consumo de
la mercancía desbalancea y pone en segundo plano el deseo de cambiar
radicalmente la sociedad: nos conformamos con dicha situación. Pero
¿qué tendrá que ver todo esto con una convocatoria para escribir
cuentos?
- Cuentos Cortos Contra la Propiedad
Cuentos
cortos será una colección de varias
temáticas que apuntan a la creatividad literaria rebelde, donde
comunidades, organizaciones sociales, niños, jóvenes, adultos y
ancianos, puedan deleitarse con la ironía, el drama, la tragedia, la
burla o el reconocimiento de la cruda realidad, donde no hay héroes
en la forma clásica de entender el concepto, ni princesas machistas
que esperan siempre que el hombre las salve de sus desgracias y
miserias, donde el sueño no es ser rey o reina o el rico del pueblo,
donde las moralejas no incentivan a la pasividad sino a la lucha, y
los dragones y los lobos como animales no serán las víctimas del
hombre cuando este les da cualidades peyorativas exteriorizando
comportamientos que a pocos seres vivos se les ha encontrado como a
él mismo: la codicia y el egoísmo.
Digámoslo
claro, nuestros cuentos no son para que los niños crean que este
mundo es maravilloso, no son para respetar símbolos patrios, ni
enseñar la honradez frente al principal atraco en frente de nuestras
narices: la propiedad privada. Al igual que en la anterior ocasión,
nuestro primer intento al cual llamamos Cuentos
Cortos Contra la Autoridad, deseamos
estimular en esta nueva convocatoria Cuentos
Cortos Contra la Propiedad, esa
literatura sencilla pero punzante, de escritos que cuestionen a
través de historias reales o imaginadas, ese mundo al cual
detestamos y que se escapa a veces la radical crítica, que carece de
literatura que invite a la rebeldía contra la cosificación de todo
lo existente en términos mercantiles y de apropiación privada.
En
este orden de ideas ¿podrá la realidad ser la inspiradora de
cuentos que bosquejen las siluetas que encarnan el verdadero rostro
de la propiedad privada y el Capital? Cuentos
cortos contra la propiedad nace de
allí, de la necesidad y la urgencia de representar literariamente
esas historias que se escapan a toda teoría e interpretación
académica de ese mundo que a diario padecemos y que asumimos como
normal.
Esperamos
que a las personas participantes de la anterior convocatoria, que de
alguna u otra manera se introdujeron en los cuentos
cortos contra la autoridad ya sea
leyéndolos o circulándolos, haya estimulado esa especie creatividad
aterrizada que tanto caracteriza al
pensamiento antiautoritario, es decir, la crítica radical de las
relaciones y formas sociales opresivas y la práctica cotidiana como
manera de comenzar a desdibujar los trazos que componen la sociedad
de hoy.
La
realidad es un cuento a medias, tiene inicio y nudo, ahora bien,
¿quién hará la tarea de escribir el desenlace?
Salud
y anarquía.
Envía
tus cuentos al correo: cuentoscortos@riseup.net
Se
debe tener en cuenta la siguiente información:
- Los cuentos no pueden sobrepasar más de 3 páginas tamaño carta, en fuente Arial No. 11, espaciado sencillo y márgenes sup/inf 2,5cm e izq/der 3cm, en archivo Word.
- No se respetan derechos de autor. El contenido y la publicación que agrupe los cuentos seleccionados son de libre difusión.
- Además del escrito, se debe llenar la siguiente ficha:
Título del cuento:
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Autor (Nombre o
pseudónimo):
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Lugar donde se escribe el
cuento:
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Correo electrónico de
autor:
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4.
Cuentos Costos Contra la Propiedad es
una convocatoria autogestionada, sin pretensiones de ser un betseller
o de generar millonarios ingresos, así que el dinero recogido de las
ventas de libros será a un precio asequible a toda persona, estará
destinado al sostenimiento de la Casa Anarquista El Hormiguero y a
los procesos que allí se materializan.
5. A
los autores de los cuentos seleccionados se les compartirá una
cantidad determinada de ejemplares en la versión impresa de la
compilación de cuentos, se les respetará la autoría aunque no será
una publicación bajo las lógicas mercantiles de “derechos de
autor”.
6.
Cualquier inquietud o medio de comunicación respecto a la
convocatoria se hará por correo electrónico.